miércoles, 9 de junio de 2010
SIFILIS
es una enfermedad de transmisión sexual infecciosa crónica producida por la bacteria espiroqueta Treponema pallidum, subespecie pallidum (pronunciado pál lidum).
Este microorganismo es una bacteria móvil espiroforme (con forma de hilo en espiral), perteneciente al orden Spirochaetales, familia Spirochaetaceae. Su diámetro es de 0,1 a 0,2 micrómetros y su longitud entre 5 y 15 micrómetros. Puestas una detrás de otra, entre 70 y 200 espiroquetas medirían alrededor de un milímetro.
Esta bacteria se multiplica por división simple con división transversal. Al contrario de otras bacterias de su familia, sólo se puede cultivar in vitro durante un breve período, con un máximo de supervivencia de 7 días a 35 °C, en medio particularmente enriquecido y en presencia de CO2 por sus particulares exigencias nutritivas y metabólicas. En nitrógeno líquido se mantiene su vitalidad, y prolifera de manera excelente en testículos de conejo. En sangre conservada en hemoteca para transfusiones la bacteria sobrevive entre 24 y 48 horas।
Nombres xenófobos
Las distintas denominaciones asumidas entre los siglos XVI y XVIII demuestran de manera inequívoca la vasta extensión de la enfermedad y el deseo de echar la culpa a los países vecinos:
al principio en Italia se la conocía como «mal napolitano»,
debido a la epidemia en el ejército francés, se lo conocía en Inglaterra como morbus gállicus (morbo gálico o enfermedad francesa),
«mal caribeño», «mal francés» y «mal portugués» (en España),
«mal español» (en Portugal),
«enfermedad española» (en los Países Bajos, en aquella época parte del imperio español)
«enfermedad polaca» (en Rusia),
«enfermedad cristiana» (en Turquía),
«enfermedad británica» (en Tahití).
«morbo francés» en Italia y Alemania durante el Renacimiento,
«morbo italiano» en la Francia renacentista,
«morbo chino» en el Japón de la era Sengoku
La sífilis se contagia
principalmente por contacto sexual,[8] por contacto de la piel con la ligera secreción que generan los chancros o por contacto con los clavos sifilíticos de la persona enferma: al realizar sexo oral sin preservativo (ya sea que los chancros estén en la boca, en el pene o en la vulva), al besar una boca con chancros (que son indoloros), por inoculación accidental (por compartir jeringas), o puede ser transmitida de la madre al hijo a través de la placenta (sífilis congénita) o a través del canal de parto (sífilis connatal).
En este caso, el bebé puede morir pronto o desarrollar sordera, ceguera, disturbios mentales, parálisis o deformidades.
etapas
Chancro (primera etapa de la sífilis) desarrollado en el sitio de contagio
Es prácticamente imposible que se transmita por una transfusión de sangre, porque la sangre se analiza antes de transfundirse, y porque el treponema pálido no se puede mantener vivo más de 24 a 48 horas en la sangre conservada en hemoteca.
En comunidades que viven bajo pobres condiciones higiénicas, la sífilis endémica puede transmitirse por contacto no sexual. Pero no se transmite por el asiento en sanitarios, actividades cotidianas, tinas de baño o compartir utensilios o ropa.[9]
Es importante notar que el sujeto en la fase precoz de la enfermedad resulta altamente contagiante (la úlcera venérea pulula de treponemas), pero se sostiene que después de cuatro años el individuo infectado no puede difundir más el microorganismo mediante relaciones sexuales. En las relaciones entre hombre y mujer es más fácil que se contagie el hombre. El período donde más personas se contagian es entre los 20 y los 25 años de edad. El recontagio es muy común en varones homosexuales.[10]
En los años ochenta y noventa en Europa hubo una relativa disminución de los casos de sífilis, relacionados con el temor al contagio por VIH, que conllevó al uso generalizado del preservativo (que representa una eficiente barrera contra el contagio, tanto del VIH como del T. pállidum. Pero a fines de los años noventa y principios del 2000, al generalizarse la información de que el contagio de VIH es casi nulo en casos de sexo oral en el pene no protegido, ha habido un recrudecimiento de casos de sífilis.
Según datos de la OMS, en el mundo existen 12 millones de nuevos casos de sífilis:
África Subsahariana: 4 000 000
Sur de Asia y Asia Pacífico: 4 000 000
Latinoamérica y el Caribe: 3 000 000
Norte de África y Oriente Medio: 370 000
Europa Occidental: 140 000
Europa Oriental y Asia Central: 100 000
Norteamérica: 100 000
Australia y Nueva Zelanda: 10 000
sintomas
En vez de provocar una intensa respuesta inmune celular y humoral, el Treponema pállidum puede sobrevivir en un huésped humano durante varias décadas।
Los síntomas de la sífilis son numerosos y ligeramente variados. Antes de la aparición de las pruebas serológicas, el diagnóstico preciso era imposible. De hecho, se la llamaba «la gran imitadora» ya que —en la fase primaria y secundaria— sus síntomas pueden confundirse fácilmente con los de otras enfermedades, haciendo que el sujeto le reste importancia y no acuda al médico.
El 90% de las mujeres que la padecen no saben que la tienen porque, en la mayoría de los casos, el chancro aparece en el cuello uterino. Cuando la bacteria entra al organismo, se disemina rápidamente y poco a poco invade todos los órganos y tejidos.
Después de un período de incubación de 10 días a 6 semanas (3 semanas promedio), en el sitio de inoculación —la boca, el pene, la vagina o el ano— se presenta una ampolla no dolorosa que rápidamente se ulcera, convirtiéndose en una llaga circular u ovalada de borde rojizo, parecida a una herida abierta, a esta se le llama chancro.
Es característica su consistencia cartilaginosa, con base y bordes duros.
En el varón los chancros suelen localizarse en el pene o dentro de los testículos, aunque también en el recto, dentro de la boca o en los genitales externos, mientras que en la mujer, las áreas más frecuentes son: cuello uterino y los labios genitales mayores o menores.
Durante esta etapa es fácil contagiarse con la secreción que generan los chancros.
El chancro desaparece al mes o mes y medio, pero no porque el enfermo se esté curando, sino porque la siguiente fase está por comenzar.
Segunda etapa [editar]
Lesiones (en la espalda) de la segunda etapa de la sífilis
Clavos sifilíticos en la espalda (segunda etapa de la sífilis)
Puede presentarse medio año después de la desaparición del chancro y dura de tres a seis meses, provocando ronchas rosáceas indoloras llamadas «clavos sifilíticos» en las palmas de las manos y plantas de los pies (que a veces pueden aparecer en otros sitios como pecho, cara o espalda), fiebre, dolor de garganta y de articulaciones, pérdida de peso, caída de cabello, cefaleas y falta de
Tratamiento
Antiguamente se trataba con mercurio, lo cual hizo famosa la frase Una noche con Venus y una vida con Mercurio, pero este tratamiento era más tóxico que beneficioso.
En 1901 el bacteriólogo alemán Paul Ehrlich sintetizó el Salvarsán, un compuesto orgánico del arsénico, concebido específicamente para el tratamiento de la sífilis y que se convirtió en uno de los primeros fármacos sintéticos eficaces para la curación de enfermedades infecciosas. El Salvarsán (y su derivado, el Neosalvarsán) se abandonaron a partir de 1944, en favor del tratamiento antibiótico con penicilina, mucho más eficaz.
Hoy la sífilis se puede curar fácilmente con antibióticos durante la fase primaria y secundaria. La penicilina también actúa en la última etapa aunque en ese caso debe ser penicilina g-sódica por vía intravenosa, ya que es la única forma de que se difunda el antibiótico por el LCR líquido cefalorraquídeo, que es donde se encuentra la bacteria durante esta última fase. Quienes la padecen deben llevar una vida saludable con una dieta equilibrada y un sueño adecuado. La bacteria Treponema pállidum, es una espiroqueta y puede ser tratada con penicilina benzatinica.
Secuelas
Tratada a tiempo, la enfermedad tiene cura sencilla sin dejar secuelas.
El padecer la sífilis aumenta el riesgo de contraer otras enfermedades de transmisión sexual (como el VIH), ya que los chancros son una vía fácil de entrada en el organismo.
Si no se trata a tiempo, puede ocasionar:
Ulceraciones en la piel.
Problemas circulatorios.
Ceguera.
Parálisis.
Demencia.
Trastornos neurológicos.
Muerte.
En algunos casos, las personas que supuestamente ya han obtenido la cura todavía pueden infectar a los demás.
El haber padecido sífilis y haberse curado no implica inmunidad, ya que rápidamente se puede volver a contraer. Esto se debe a que la bacteria que produce la sífilis (Treponema pallidum) cuenta con tan sólo nueve proteínas en su cubierta, lo cual no es suficiente para que el sistema inmunitario humano la reconozca y pueda producir anticuerpos para combatirla o inmunizarse.
En 1905 Schaudin y Hoffman descubrieron el agente etiológico de la enfermedad. En 1913, Hideyo Noguchi —un científico japonés que trabajaba en el Instituto Rockefeller— demostró que la presencia de la espiroqueta Treponema pállidum (en el cerebro de un paciente con parálisis progresiva) era la causante de la sífilis.
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HOLA CHIRLEY ASU TE SASTES CON TU TEMA PUBLICA UN TEMA DE LA AMISTAD
ResponderEliminarASU CHIRLEY TE PASASTES CON TU TEMA
ResponderEliminarEsto es gracias post muy interesante para la comunicación. Visita caída pelo para más información
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